Los Boy Scout de Estados Unidos acuerdan admitir a homosexuales en sus filas

Derogan así una norma centenaria, aunque algunos de sus miembros aseguran que crearán una nueva organización de exploradores «basada en valores eternos»

Los Boy Scouts de Estados Unidos han aprobado este jueves anular la prohibición de acoger en sus finas a homosexuales, tal y como consta hasta ahora en sus estatutos. El fin de la prohibición supone una gran victoria para los activistas de los derechos de los homosexuales, ya que más de un 60% del Consejo Nacional del grupo, integrado por unos 1.400 delgados, votaron a favor de poner fin a la prohibición, que será efectiva a partir del 1 de enero de 2014.

La decisión se tomó tras varias semanas de intensa presión por parte de activistas pro-homosexuales y de miembros de organizaciones conservadoras, mucho de ellos pertenecientes a grupos de iglesias que tradicionalmente han constituido la médula espinal de una de las mayores organizaciones juveniles del país.

Así, el expresidente del Consejo de Boy Scouts del condado de Oregón, Mike Harrison, de 71 años, ha mostrado su felicidad por esta decisión, asegurando que «el proceso fue un debate muy civilizado…No hubo ningún comportamiento incorrecto. La gente manifestó su caso, con pasión y desde muchos ángulos diferentes». Harrison, que votó a favor de la derogación de la norma, asegura que con esta decisión «la nueva generación de exploradores simplemente no ven el tema de la misma manera que la vieja guardia».

La larga prohibición contra los homosexuales en los Boy Scouts ha protagonizado un intenso debate acerca de los derechos homosexuales en Estados Unidos, donde los soldados gays ya pueden servir abiertamente en las fuerzas armadas y donde las parejas del mismo sexo se pueden casar en una serie de estados.

Durante meses, los Boy Scouts se han enfrentado a una fuerte presión tanto por parte de los defensores de los derechos de los homosexuales y algunas de las grandes empresas patrocinadoras que proporcionan la mayor parte de la financiación anual del movimiento, como por una gran variedad de importantes grupos de la iglesia, que patrocinan y apoyan a la gran mayoría de la tropa en todo el país.

«Yo renuncié a mi tropa» asegura Chris Collier, de 41 años, un antiguo líder de los Boy Scout en Alabama y Florida, quien tras la derogación de la norma ha anunciado que va a devolver su premio Eagle Scout a la oficina nacional del grupo.

«Mi abuelo ganó su premio águila en 1938. Yo logré la mía en 1990. Esperaba que mi hijo la consiguiera cuando creciera. Estoy tiste, pero esta es su cruz. Ya no formo parte de la organización. Me voy en otra dirección».

John Stemberger, un abogado de Orlando, Eagle Scout, ex jefe de exploradores y fundador de una organización que se opone al levantamiento de la prohibición asegura que esta decisión supone «un día triste para Estados Unidos».

Ahora está dispuesto a no volver a llevar el uniforme de Boy Scout y asegura que trabajaría para crear una nueva organización de exploradores «basada en valores eternos».

La votación del jueves se produjo tres meses después de que la dirección de la organización retrasase una decisión sobre el cambio de su política de afiliación para investigar las actitudes hacia la admisión de homosexuales.

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